L’Hospitalet esconde una gran cantidad de arquitectura variada y compleja. Podemos conocer sus orígenes y entender su historia, cuando la villa se dedicaba al campesinado, con diferentes masías dispersas y arraigadas en el territorio que se han conservado. El modernismo y el racionalismo, con su luz y color, así como la arquitectura industrial, se pueden encontrar también en sus calles; y la figura del arquitecto Puig i Gairalt ha dejado una impronta de gran valor paisajístico. En los últimos años, el urbanismo ha impulsado una tipología de edificación innovadora y algunos arquitectos de renombre ahora tienen su marca en la ciudad. Actualmente, se ha recuperado una arquitectura colectiva que redefine la ciudad y que cuenta con la participación ciudadana. Una ciudad de contrastes con patrimonio para descubrir.
Para descubrir este patrimonio en L’Hospitalet, un imperdible es Casa Bolena, una torre residencial del arquitecto Ramon Puig i Gairalt, la Casa de la Vila que es la sede del ayuntamiento de la ciudad, y Urbine – Centro de creación y producción que se convierte en un espacio singular pensado para desarrollar actividades diversas.
Otros espacio imprescindible que forma el rico collage arquitectónico de L’Hospitalet es el Módulo: proyecto de regeneración urbana del espacio de Matacavalls, un equipamiento autogestionado por la red de agentes que funciona como una aula comunitaria abierta al aire libre, para hacer actividades educativas, de ocio, deportivas y culturas.
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