El festival se suma a eventos de actualidad como Barcelona Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021, que, entre otras cosas, promueve proyectos y políticas de fomento de la alimentación sostenible, que explica el papel de la alimentación en la sociedad actual y que debate sobre la función estratégica de las ciudades en el desarrollo de esos sistemas alimenticios actuando contra el hambre y la malnutrición.
Los conceptos que giran en torno a la alimentación sostenible transforman también la ciudad y su arquitectura.
Un primer ejemplo es ver cómo la ciudad ha incorporado, aprovechando las cubiertas planas típicas de la construcción mediterránea, huertos en las azoteas en algunos edificios (como es el caso del edificio de Ca la Dona, en el que la última reforma de la cubierta se estructura en zonas transitables y prevé un espacio para cultivo rotativo que gestiona la propia entidad).
Otro ejemplo lo encontramos en la aparición de espacios específicos en los edificios que responden a conceptos como el de economía circular y de proximidad. En las viviendas cooperativas Cirerers, por ejemplo, está prevista la existencia de un huerto urbano en la cubierta y un economato en planta baja, y el restaurante Follia cuenta con un huerto privado con el objetivo de ofrecer alimentos de producción propia.
En Santa Coloma de Gramenet, de halla parte del Campus de la Alimentación de la UB, con cuatro edificios visitables en la programación del festival: la masía de Torribera (edificio de administración), el pabellón Canigó (escuela de restauración) y la Vinya d’en Sabater.
