El Palau Robert es un palacete privado de estilo clasicista construido entre 1897 y 1903 como residencia de Robert Robert i Surís, financiero gerundense y marqués de Robert. El edificio se ubica en uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad, en la confluencia entre la avenida Diagonal y el paseo de Gràcia. El proyecto fue adjudicado por concurso al arquitecto francés Henry Grandpierre, y las obras fueron dirigidas por Joan Martorell i Montells. El edificio fue construido con piedra de la montaña del Montgrí, material que contribuye a su carácter sólido y noble.
El palacio presenta una planta rectangular articulada en torno a un patio interior con claraboya, y originalmente se encontraba conectado con el edificio vecino a través de un puente por el que accedían los carruajes. Su estilo neoclásico se aleja deliberadamente del modernismo dominante de la época, y representa una apuesta por la elegancia y la sobriedad formal.
El jardín, inicialmente diseñado por Ramon Oliva Bogunyà, fue reabierto al público en 2003, tras una reforma a cargo de la arquitecta Sílvia Farriol, la paisajista Bet Figueras y el diseñador Miguel Milà, que lo transformaron en un espacio verde integrado en el tejido urbano.
Tras varias propiedades —del conde de Torroella a Julio Muñoz Ramonet, pasando por el Banco Central—, el palacio se convierte finalmente en patrimonio público en 1981, cuando pasa a ser gestionado por la Generalitat de Catalunya. Hoy en día acoge exposiciones, servicios de información cultural y turística y oficinas institucionales.