La relación de Barcelona con el mar tiene una historia reciente: a raíz de pensar Barcelona para los Juegos Olímpicos, surgió una nueva concepción de ciudad. Uno de los elementos de esta nueva concepción era que Barcelona, que siempre había vivido dando la espalda al mar, tenía que empezar a aprovechar los recursos urbanísticos que este podía aportarle.
Hasta 1874, Barcelona no tuvo un puerto moderno, con un conjunto de instalaciones técnicas y espacios marítimos para la carga y descarga. Pero el acceso al puerto todavía no era posible para los ciudadanos. La conversión del espacio hacia los usos actuales empezó en 1972, cuando el Col·legi d’Arquitectes realizó un concurso de proyectos alternativos al Plan de la Ribera, que los grandes propietarios del suelo de la zona deseaban promover. El plan alternativo lo ganó la Escola d’Arquitectura de Barcelona, que ofreció nuevas propuestas que nunca se había planteado desarrollar en ese lugar.
Pero esas ideas innovadoras no se llevaron a la práctica hasta la designación de la ciudad como sede de los Juegos Olímpicos de 1992. El uso logístico se desplazó hacia el nuevo puerto, al sur de la ciudad, y en el Port Vell se estableció el nuevo uso lúdico – comercial. La inversión pública en la zona fue destacable, saneando la costa, reordenando las líneas ferroviarias que pasaban por allí y mejorando la accesibilidad con la apertura de las diferentes rondas.
La apertura del puerto en los años ochenta empieza con el muelle de Bosch i Alsina (el Moll de la Fusta), y se ponen en marcha nuevos equipamientos, entre los que destacan el centro comercial Maremagnum y el Palau de Mar, y, unos pocos años después, el edificio World Trade Center (WTC) y la Zona d’Activitats Logístiques (ZAL). A partir de los Juegos Olímpicos, el puerto sigue ganando terreno, en esta ocasión, con la finalización de las obras del desvío de la desembocadura del río Llobregat 2 kilómetros hacia el sur. Este desvío permitió al puerto doblar su extensión.
Más información sobre su evolución: http://www.portdebarcelona.cat/web/port-del-ciudada/infografia
Port de Barcelona, una de las infraestructuras más importantes de la ciudad, apoya al Festival de Arquitectura impulsando la segunda edición de la sección Open Infraestructuras. La programación de 2017 del Festival explica la evolución del Port Vell: los nuevos usos de las antiguas infraestructuras portuarias, los usos tradicionales de la Cofradía de Pescadores, la Facultad de Náutica, la reconversión de antiguos almacenes en el Museu d’Història de Catalunya, etc.
Participación del Port de Barcelona en el Festival, edificios para visitar:
Confraria de pescadors de Barcelona i Torre del Rellotge
Facultat de Nàutica de Barcelona – UPC
OneOcean Port Vell
Reial Club Marítim de Barcelona