Antiguo arsenal de la ciudadela militar (almacén de pólvora y armas ligeras) construido en 1717 y actual sede del Parlamento de Catalunya desde 1932. A través de su transformación arquitectónica, podemos leer la historia de la ciudad y del país.
Las obras básicas del edificio militar finalizaron en 1727, pero el edificio siguió en obras hasta 1749. Una vez derribada la ciudadela, el arsenal fue adaptado para alojar las tropas, pero enseguida fue rehabilitado para que formara parte de la Exposición Universal de Barcelona de 1888. Aunque el edificio formaba parte de un conjunto odiado por los barceloneses, símbolo de torturas y represión, la organización de la Exposición tomó la decisión de reutilizarlo para el evento (junto con los edificios de la plaza de armas del Palacio del Gobernador y la capilla castrense) y mantenerlo para usos posteriores. El motivo de esa decisión fue que la Exposición debía construirse con poco tiempo de previsión y las construcciones militares, a pesar de ser más antiguas que los nuevos pabellones que se erigirían y seguir estilos bien diferentes, se habían levantado con más medios y más tiempo. En el caso del arsenal, además, esta característica se hacía aún más evidente, ya que se había construido como almacén de armas y material de guerra y, por tanto, como una construcción muy resistente. A partir de la Exposición, el edificio sufrió grandes transformaciones que alteraron su aspecto original.
En un primer momento, el edificio quiso adaptarse como Palacio Real (como residencia de la reina María Cristina en sus desplazamientos a la ciudad), y el arquitecto Pere Falqués realizó numerosas reformas. Entre otras intervenciones, se creó una remonta sobre el cuerpo central del edificio para ubicar la planta noble del palacio; la fachada principal fue decorada con esgrafiados de estilo novecentista y se abrieron tres balcones; se cubrió uno de los patios interiores (con una claraboya de estilo modernista) y se ubicó una gran escalinata de mármol con barandilla de balaustrada; se decoraron salas interiores con mármoles, madera y vigas de hierro recubiertas con trabajos artesanales muy elaborados; y se transformaron salas en salones de fiestas y comedores de gala colocando pilastras de mármol.
A pesar de las reformas, el uso del edificio como Palacio Real no prosperó (a principios del siglo XX fue construido el Palacio Real de Pedralbes) y el Ayuntamiento de Barcelona situó aquí el Museo Municipal de Arte. Durante ese período, el propio arquitecto Pere Falqués añadió dos cuerpos laterales al conjunto, decorados con bustos de artistas catalanes. En 1931, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Francesc Macià, decidió ubicar el Parlamento en este edificio histórico rodeado de jardines, y entró en funcionamiento el 6 de diciembre de 1932. Pero durante la Guerra Civil Española, edificio no se legisló, y de 1945 a 1980 se utilizó de nuevo como museo de arte. Desde entonces y hasta 2004, Parlamento y museo convivieron y compartieron espacio, pero finalmente las obras de arte fueron trasladadas al Museu Nacional d’Art de Catalunya y el edificio quedó únicamente con su uso parlamentario actual.
En un ejercicio importante de resignificación de la arquitectura, cada una de las piezas del edificio actual permite leer el paso del tiempo y nos ayuda a entender la historia y la cultura para poder mirar hacia adelante.
Arquitectos / Año
Jorge Próspero de Verboom, 1717-1727 (arsenal); Pere Falqués, 1889 (Palacio Real); Pere Falqués, 1904-1915 (Museu d’Art); Santiago Marco, 1933 (adecuación del Salón de Sesiones)
Uso actual
AdministrativoEstilo
Histórico - ContemporáneoDirección
Plaça de Joan Fiveller, 1, 08003 Barcelona
Transporte
Cómo llegar
Metro: L4 (Ciutadella / Vila Olímpica)
Accesibilidad
Por razones de seguridad, es necesario presentar DNI o documento equivalente