La historia del recinto de La Compañía Anónima de Hiladuras Fabra y Coats (1903-2005) se inicia antes de la constitución de la empresa y, en sus más de cien años de historia, se ha ido transformando para adaptarse a cada situación. Inicialmente, en la parcela se encontraba la fábrica de la familia Alsina (1853-1887), que fue absorbida por una empresa británica (1893-1903) que construyó la nave central. Con la constitución de la Fabra i Coats (1903-1913), se construyeron un almacén de algodón y dos edificios auxiliares para el blanqueo y tintado, y se renovaron la sala de calderas y un edificio destinado a oficinas. En 1919, se incorporó a la empresa la antigua fábrica del Rec, para las secciones de acabado; en 1965, se inició la producción de fibras sintéticas y las naves fueron reorganizadas teniendo en cuenta sus nuevos usos (almacén de hilo, taller de fibras sintéticas, ovillos y plegado, acondicionamiento y control de calidad). Finalmente, en los años ochenta, la fábrica se quedó únicamente los procesos relacionados con el tinte, los acabados y el acondicionamiento del hilo. Actualmente, las naves se han transformado a los usos actuales que necesita la ciudad, un paso más en la evolución arquitectónica del recinto.