Proyecto de 105 viviendas públicas municipales con servicios para personas mayores, centro de recreo y CAP. El edificio se plantea un doble objetivo: hacer compatibles los usos que aquí conviven y encajar en la peculiar volumetría urbana del 22@.
Desde el punto de vista funcional, la complejidad programática se resuelve a través de un edificio unitario en el que el carácter público o privado de los diferentes espacios son cuestiones que hay que tener en cuenta: las dependencias del CAP y el casal de barrio se ubican en planta baja, formando un zócalo de dos alturas que sostiene tres volúmenes de viviendas. Desde el punto de vista territorial, el edificio se resuelve con una volumetría en forma de abanico, que permite el soleamiento de las viviendas y el diálogo con su entorno: a pesar de ser de menor tamaño, el nuevo volumen reequilibra el protagonismo de la torre Agbar en la parcela y, a través de la secuencia de huecos y llenos, establece un diálogo con los edificios de la parcela vecina.